Tortuguero.

En Tortuguero no hay prisas. No hay (aparentemente) estrés. Ni coches, para que, no hay muchos sitios a los que ir ni carreteras, pero tienen sus puntos de reciclaje y sus centros de internet, pero de lo que están mas orgullosos es de sus tortugas de las que viven, yo creo, no cazándolas sino enseñandolas siempre que se puede a los turistas. Por cierto nosotros no tuvimos ninguna oportunidad de verlas desovar, pues en junio no es la época. En cierto modo yo tenía un poco de envidia por la forma tan tranquila de llevar el día a día. Ciertamente yo no pregunté a nadie si llevaría la mía. Creo que me dirían que no, Viven en un paraíso, aunque a ellos a veces no se lo parezca. Nosotros nos sentíamos muy bien, relajados y encantados de estar allí.